El burdel de las hermanitas de la caridad

Va un tipo en su coche por la ruta, cuando de repente al costado del camino ve
un letrero en una desviación que dice:
... "Burdel de las Hermanitas de la Caridad, 1 Km."...
Le pica un poco de curiosidad, y la perversión se apodera de el..., entonces se
dirige hacia ahí. Al final del camino se encuentra con un convento antiguo con
un letrero que dice:
"Bienvenido al Burdel de las Hermanitas de la Caridad"
El degenerado estaciona su auto, llama al portón y le abre una monjita que lo
hace pasar.
En la entrada de un pasillo se encuentra otra monjita con una canastita y un
letrero que dice: "Pague por adelantado: $ 500.00".
El fulano saca sus $ 500 los mete en la canasta, y se va por el pasillo. Al
final del pasillo hay una puerta, el tipo la abre y al pasarla se da cuenta que
esta afuera, junto al estacionamiento donde dejó su coche.
Gira y mira la puerta que tiene un cartelito que dice:
"Se lo han cogido las Hermanitas de la Caridad. Vuelva pronto"



Confesiones

Una chica va a confesarse.
- Padre he pecado.
- ¿Qué has hecho hija?
- El otro día me encontré con un amigo, fuimos a su casa, tomamos un café e
hicimos el amor. Y como soy tan FRUGIL...
- Frágil, hija, se dice frágil.
- Bueno, ahí no termina la cosa, al día siguiente me paso lo mismo con otro
amigo y como soy tan FRUGUIL....
- ¡Frágil hija mía, Frágil!
- Y ayer estaba con mi novio, nos fuimos a su casa y como yo soy tan... ¿Cuál es
esa Palabra?
- Puta, hija, PUTA


Mira telescópica

Un muchacho llega a una tienda de caza mayor y le pide al vendedor que le enseñe
la mejor mira telescópica que tenga para su rifle.
- Esta es la mejor del mercado. Tanto, que si miras hacia la cima de aquella
montaña podrás ver en mi casa el nombre del perro en la cucha.
El muchacho enfila la cima con la mira y empieza a reír.
- De que te ríes? - pregunta el vendedor.
- Es que estoy viendo en el jardín a un hombre en bolas corriendo detrás de una
mujer en bolas.
El vendedor toma la mira, la enfila para su casa y empieza a enrojecer y echar
humo por las orejas. Toma dos balas y se las da al muchacho diciéndole:
- Vamos a hacer un trato. Te doy estas dos balas y, si aciertas con una en la
cabeza de mi mujer y con otra en las Bolas del hombre, te regalo la mira
telescópica.
El muchacho toma el rifle, la mira y las balas, pone el ojo en la mira y apunta
el rifle hacia la casa.
Después de un momento de indecisión le dice al vendedor:
- Creo que puedo hacerlo de un solo tiro.


Lotería

Un hombre llega a casa muy apresuradamente, rechina las llantas de su auto en la
entrada, corre dentro de la casa tirando las puertas y grita a todo pulmón:

- Querida!!!, empaca las maletas. Gané la lotería!!!

La mujer responde entusiasmada:

- Dios mío!!!..... Qué debo empacar??? Ropa de playa o de montaña?

El responde...

- No tiene importancia. ¡¡¡¡Solo empaca y LARGATE!!!!



Lo se todo

Pablito le decía a Pepito:
- ¿Sabes que si llegas con cualquiera y les dices muy dramáticamente "Lo sé
todo", te pueden dar mucho dinero?
- ¿Ah si?, dice Pepito.
Lo va a probar y se va con su hermana y le dice:
- ¡Hermanita, lo sé todo!, y ella dice:
- Mira Pepito por favor, no le digas a Papá, te doy $ 100 pesos.
Luego va con su Mamá:
- ¡Mamá, lo sé todo!
- Pepito no le vayas a decir a tu Papá, por favor. Toma estos $ 200 pesos.
Luego va con su Papá:
- ¡Papá, lo sé todo!
- No le digas a tu Mamá, ¿eh? Ten $ 400 pesos.
Pepito, ya muy emocionado, sale de la casa a contarle a Pablito y de repente se
topa con el lechero y le dice:
- Señor lechero, ¡lo sé todo!
A lo que contesta el lechero:
- Por fin... ¡¡¡HIJO MIO!!!




Bodas de oro

Una pareja que cumplía su aniversario numero 50 estaba sentada a la mesa para
desayunar, cuando el marido le dijo a su mujer:
- Fíjate cariño, llevamos casados 50 años.
- Sí, hace 50 años estábamos en esta misma mesa desayunando juntos.
- Lo sé - dijo el viejecillo -. Hace 50 años seguramente estábamos aquí
sentados, desnudos como una pareja de jóvenes jilgueros.
- Bueno, ¿qué hacemos, cielo, nos desnudamos?
La pareja de viejecitos se desnudan y se sientan a la mesa.
- Sabes, cariño - la viejecita le dice casi sin aliento- mis pezones están igual
de calientes que hace 50 años...
- No me sorprende: uno lo tienes en el café y el otro está dentro del chocolate
con churros...